Hay de todo como en toda celebración. Catarsis tras el trabajo duro, que sin duda alcanza a todos los implicados en eso de convertir la fruta en vino. La vendimia curicana fue una buena zona de encuentro entre todos a quienes el tinto o el blanco les importa más que la media del resto. Varios guiños de realidad surgieron como quien cuelga tips en una pizarra de corcho. Nada más que agregar: así son las fiestas
