construcción - destrucción - reconstrucción (parte 1)

Renovar es parte de nuestro disco duro social. Por necesidad, por desapego, por cualquiera de esas dos razones o por las que se les ocurra. Es un rasgo que quizá forme parte del folclore chileno; un subproducto de nuestra tradición telúrica: levantar todo de nuevo y cambiar. En este caso, se trata de la necesidad de espacio, de verticalizar el centro a cambio de la promesa de una vida nueva. Si se fijan bien, si recuerdan, se ha hecho antes en esos mismo terrenos y seguirá en el tiempo. Sólo que ahora es más notorio por su rapidez. Esta mirada no es una crítica o al menos no una ácida; es una mera observación de un acontecimiento ya consumado: los nuevos cimientos de una ciudad a la que le cuesta envejecer.